¿Está la moda preparada para este clima cambiante?

Debido al cambio climático que llevamos experimentando estos últimos años, hemos visto de todo en todas partes de España y del resto del mundo: desde nevadas devastadoras, sequías, lluvias torrenciales exageradas, y un largo etcétera de fenómenos nunca antes vistos a tales magnitudes.

Estos fenómenos también se dan en menor escala, con semanas muy calurosas y otras muy frías, alterando los diferentes ecosistemas terrestres y marinos, y a su vez a la fauna y la flora de todo el planeta.

En nuestra sociedad lo podemos percibir en diferentes aspectos como la comida de temporada, en los supermercados y tiendas, o en otros productos no perecederos como la ropa.

La situación actual de la industria textil

Las tiendas de ropa, especialmente las cadenas que se centran en la venta de prendas de temporada, se encuentran en una encrucijada: ¿Cómo adaptarse a un clima cada vez más impredecible y satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores?

Este cambio climático dificulta la planificación de las colecciones de moda dentro de las grandes tiendas, ya que deben anticipar las tendencias climáticas y producir prendas según la predicción. Sin embargo, con un clima cada vez más volátil, estas predicciones pueden resultar inexactas, dejando a las tiendas con sobre stock o con productos que no van a ser vendidos hasta tiempo después.

Además, este intento de producción rápida y adaptación, aumenta aún más los problemas ambientales asociados con la industria textil, como el consumo excesivo de recursos naturales y la generación de residuos innecesarios tanto para su fabricación, como para su transporte.

Alternativas a las necesidades cambiantes de la moda rápida

En este contexto, la principal solución es no caer en el consumismo de las temporadas y la moda rápida que crean la falsa necesidad de comprar. Os dejamos un artículo donde diferenciamos el tipo de moda “fast fashion” y “slow fashion” donde se entiende mejor la definición de moda rápida.

Pero si no hay más remedio, lo recomendable es optar por comprar en tiendas de barrio, locales más pequeños, en tiendas de segunda mano o con productos artesanales. Estas tiendas no solo ofrecen una selección más cuidadosa de prendas de calidad, sino que también promueven un consumo más consciente y responsable.

Al centrarse en productos específicos y de calidad, tienden a ofrecer prendas que están diseñadas para perdurar en el tiempo y adaptarse a una variedad de condiciones climáticas, lo que significa que no es necesario comprar constantemente nuevas prendas para adaptarse a los cambios estacionales.

Apoyando a estas tiendas locales, no solo se contribuye a la economía local y circular, sino que también se reduce la huella ambiental de cada persona al evitar las prácticas de producción masiva y el transporte de larga distancia asociados con las cadenas de moda rápida, contribuyendo a un sistema de moda más sostenible y ético.

Juntos, podemos trabajar hacia un futuro en el que la moda se convierta en un estándar de calidad, durabilidad y resistente al cambio climático.

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