Tras el gran auge de la crisis climática que estamos viviendo en estos últimos años y sus represalias, es importante tomar medidas para reducir las emisiones profundas y rápidas de gases de efecto invernadero. Aunque cada persona puede hacer su parte para reducir su huella de carbono, también es necesario que los gobiernos y las empresas que forman parte de las comunidades y ciudades tomen medidas significativas para abordar la crisis climática.
Hoy vamos a enfocarnos en la parte que sí se está haciendo bien, y que a día de hoy sigue frenando poco a poco el desastre medioambiental que está sufriendo nuestro planeta.
En artículos anteriores, hemos hablado sobre “La ciudad de los 15 minutos”, un término que surgió para referirse a aquellas ciudades que apostaban por un sistema más sostenible promoviendo el desplazamiento a pie, bicicleta y transporte público, y restando el uso de vehículos propios.
Y aunque mencionamos unas cuantas ciudades que estaban optando por esta modalidad sostenible, en este artículo vamos a hablar de ejemplos reales sobre comunidades, ciudades y empresas que ya integran otros sistemas sostenibles muy interesantes.
Ejemplos de comunidades al rededor del mundo:
Ecovilla Gaia en Argentina:
Esta comunidad se encuentra en la provincia de Córdoba, Argentina y cuenta con 40 hectáreas de bosques y montañas. Sus habitantes han implementado diversas prácticas sostenibles, como la construcción de viviendas con materiales naturales, la producción de alimentos orgánicos y la utilización de energías renovables en toda la comunidad. Ofrecen también charlas formativas para niños y adolescentes en la escuela, y también permite alquilar sus viviendas al público con el fin de transmitir en primera persona cómo es su vida en la comunidad.
Su página web oficial: https://gaia.org.ar/ecovilla/
Auroville en India:
Esta comunidad se encuentra en el estado de Tamil Nadu, y su núcleo urbano se encuentra rodeado de un cinturón verde de bosques replantados, huertos y jardines, el cual sirve de espacio recreativo para actividades deportivas al aire libre y también les permite utilizarlos para la investigación y experimentación en áreas como la agricultura sostenible, la energía renovable y la construcción ecológica.
Su página web oficial: https://auroville.org/
Findhorn en Escocia:
Se trata de una ecoaldea construida con casas totalmente sostenibles y materiales reutilizados como por ejemplo barriles enormes de whisky, 100% autosuficiente gracias a su producción local, purifican ellos mismos su propio agua, generadores eólicos personales, e incluso su propia moneda llamada “eko”. Realmente es una de las ecoaldeas más completas a nivel medioambiental, y esto atrae a gran cantidad de turistas que crece cada año.
Su página web oficial: https://www.findhorn.org/
Tamera en Portugal:
Una ecoaldea autosuficiente y pacífica entre humanos, animales y naturaleza. Su enfoque incluye la restauración de tierras áridas mediante innovadoras prácticas de gestión del agua de lluvia, como cunetas para retener y filtrar lentamente el agua. Inspirada en la permacultura, la ecoaldea se basa en principios de bosques comestibles, huertas ecológicas, bioconstrucción y tecnologías sostenibles, manteniendo una calidad de vida elevada con un bajo impacto ambiental.
Su página web oficial: https://www.tamera.org/
Ejemplos de ciudades al rededor del mundo:
Vitoria-Gasteiz en España: Esta ciudad ha sido reconocida como una de las más sostenibles de España y Europa. En una reciente declaración del alcalde de la ciudad, ha hecho una recopilación de todo lo que han conseguido en 10 años:
“Un aire más limpio (un 80% de los días la calidad del aire es buena o muy buena); menos ruido (el 87,4% de la ciudad por debajo de los 65db); gasto menor de agua (casi 39 litros menos por habitante al día); producción de energía renovable; movilidad más sostenible (68% de los desplazamientos en medios sostenibles); fomento en el uso del transporte público; 70 km más de bicicarriles; más reciclaje (Un 34,6% más); consumo menor de energía (54Gw menos al año); recuperación de suelos por el equivalente a 316 campos de fútbol; más espacio a la agricultura ecológica (1 millón de metros cuadrados más); más árboles (260.000 árboles más en últimos 10 años) y una economía más verde (con 228 empresas más dedicadas a la economía verde y circular en la ciudad). Fuente.
Copenhague en Dinamarca: Esta ciudad es conocida por su compromiso con la sostenibilidad y su objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2025, se destaca como un modelo líder en urbanismo circular. Con una población urbana de 800,000 y 1.3 millones en su área metropolitana, se esfuerza por convertirse en la primera capital del mundo con cero emisiones. La ciudad ha transformado su enfoque en movilidad verde, energías renovables, última tecnología y urbanismo sostenible. El uso de la bicicleta, generación de energía a partir de residuos, tecnologías que controlan y monitorizan la contaminación, azoteas verdes y espacios verdes públicos, ha convertido a Copenhague en un ejemplo notable de sostenibilidad urbana. Fuente.
Estocolmo en Suecia: Comprometida con la sostenibilidad urbana, ha impulsado el transporte público basado en combustibles renovables, y planea incorporar hidrógeno verde y vehículos eléctricos. Han logrado reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25% desde 1990, en contraste con la tendencia global, y bajo la estrategia «Estocolmo Libre de Combustibles Fósiles» y el impulso hacia la energía solar, eólica y transporte limpio quieren reforzar su compromiso ambiental. A su vez, y en línea con la estrategia, también ha cerrado aeropuertos, centrales nucleares y minas de carbón para reducir las emisiones. Con visión a 2030, aspiran a ser líderes mundiales en tecnología e innovación sostenible. Fuente.
Portland en Estados Unidos: Aunque no te lo creas, en EEUU hay ciudades como esta que apuestan por la sostenibilidad urbana, tanto así que buscan algo parecido a la “ciudad de los 15 minutos” aunque ellos lo llaman “ciudades de 20 minutos”, con diversas prácticas sostenibles para crear “Barrios completos”, como la promoción del transporte público y la bicicleta, la utilización de energías renovables, y la potenciación de espacios públicos. Otro de los objetivos es distribuir la actividad económica y crear empleo, revitalizando antiguos espacios industriales para albergar nuevas empresas y viviendas. La ciudad aspira a ser un centro cultural y turístico de referencia. Fuente.
Ejemplos de empresas al rededor del mundo:
Al igual que las comunidades y las ciudades, a la hora de buscar empresas sostenibles, es complicado encontrarlas, ya que muchas de las grandes empresas por muy “sostenibles” que se presenten, tienen detrás una gran cadena de procesos, acciones y situaciones que impiden que realmente una gran empresa sea 100% sostenible, desde nuestro punto de vista siempre hay algo que se les escapa o que no tienen en cuenta, pequeñas acciones puntuales por parte de la empresa para limpiar la imagen de marca («green-washing») realmente no las tenemos en cuenta, sino que tienen que ser acciones continuas y relacionadas con lo que ellos y muchos otros contaminan. Vamos a ver algunos ejemplos:
Arcenciel:
Organización nacida para ayudar a las víctimas de la guerra civil en Líbano, ha evolucionado hacia una entidad que apoya a comunidades marginadas, promoviendo la sostenibilidad y la gestión de residuos. Su programa de Agricultura Sostenible y Medio Ambiente trata el 87% de los desechos hospitalarios del país, esterilizándolos y convirtiéndolos en residuos domésticos. Esto ha sido especialmente vital durante la pandemia de COVID-19, procesando 996 toneladas de desechos médicos en 2020. Su labor contribuye a un entorno más limpio, aguas subterráneas más puras y una mejor salud para todos. Su enfoque en la gestión de residuos refleja la importancia de reducir la contaminación ambiental y abordar la crisis climática. Fuente.
Patagonia:
Es una marca de ropa estadounidense que destaca por sus continuas acciones de sostenibilidad, incluyendo el uso de materiales sostenibles, comercio justo, donaciones a causas ambientales, reparación de productos, seguimiento de la cadena de suministro ético, innovación circular y activismo ambiental. Gracias a su compromiso, en 2019 ha recibido el máximo galardón ambiental de las Naciones Unidas en la categoría Visión Emprendedora. Patagonia no solo promueve la sostenibilidad, sino que la integra en su ADN a través de prácticas concretas y una fuerte defensa de cuestiones medioambientales. Fuente.
Aranco:
Empresa española especializada en servicios de embalaje con máquinas inteligentes, films estirables de alto rendimiento y herramientas digitales, para reducir el consumo de plástico de los clientes. En los últimos años, la compañía ha conseguido disminuir en 60.000 toneladas el consumo de film gracias al desarrollo de un material estirable de bajo micraje, con el consecuente ahorro de la emisión de 106.442 toneladas de CO2 en España. Tanto así que recibió el premio en la categoría de Medio Ambiente en los premios “Empresa y Sostenibilidad”. Fuente.
Algramo:
Es una empresa social chilena que permite a los consumidores rellenar sus productos de primera necesidad, como champú, jabón líquido y detergente, a través de las máquinas expendedoras de Algramo, reduciendo la contaminación por plásticos, promoviendo la circularidad, y disminuyendo los costes de productos básicos. José Moller, su fundador, también contribuye a la sostenibilidad como vicepresidente en la Junta Consultiva de Personas Eminentes para la Iniciativa de Cero Desechos de las Naciones Unidas, enfocada en la prevención y gestión sostenible de los desechos. La empresa y su fundador están comprometidos con la reducción de residuos y la sostenibilidad. Fuente.
Como habréis visto, esto es tan solo un pequeñísimo pedazo de todas las acciones alrededor del mundo de comunidades, ciudades y empresas que son sostenibles en más o menos medida, pero que, poco a poco, nos ayuda a recuperar la fe en la sostenibilidad y en poder reparar progresivamente el daño generado en el medio ambiente durante todos estos años.
