Es inevitable que en la era digital en la que nos encontramos no utilicemos el smartphone para ayudarnos en cualquier tarea en nuestro día a día: desde tomar notas, hacer cálculos rápidos, organizarnos el día, escuchar música mientras hacemos otras tareas y un sinfín de usos.
Pero esto va más allá con las miles de aplicaciones existentes y la conexión a internet que nos permiten ser aún más productivos y eficientes. Es por ello que el smartphone con conexión a internet se ha convertido en la herramienta más accesible y eficaz para el ser humano.
En un estudio de statista de 2022 en España realizado a 17337 encuestados, se ha determinado que más de un 22% de la población pasaban entre dos y cuatro horas diarias conectada a internet a través de sus smartphones, un 13,9% entre cuatro y ocho horas, y 5,2% más de ocho horas diarias.
Preferencias de uso para la compra online
Aunque la gran mayoría utilice el smartphone como ocio (Redes sociales, consumo de contenido, etc), también están los que dedican su tiempo a la compra online ya sea para hacer la compra semanal o para compras puntuales.
Echando la vista atrás en relación a las preferencias de compra online, en 2016 tan solo un 29% utilizaba el smartphone como método de compra online frente al 2023 que acumuló un 65%.
Este auge se debe principalmente al aumento de comercios online y marketplaces disponibles en la palma de la mano con productos que separan al comprador a tan solo un clic y 24 horas de envío (Amazon, shein, Aliexpress, etc).
Consecuencias para los consumidores
Por una parte, esto es un avance para la comodidad del consumidor, sin embargo también tiene sus consecuencias:
- Compras compulsivas al tener todo al alcance de un clic.
- Pérdida de sensación de compra real ya que no se tiene el producto hasta pasado el tiempo del envío.
- Deshumanización del proceso de compra y atención al cliente sin tener una interacción humana y social, más allá del repartidor.
- Aumento del impacto en la huella de carbono del consumidor.
Transformación hacia un consumo más equilibrado entre digital y presencial
Con esto no quiere decir que se tengan que prohibir las compras online, para nosotros es un canal más por donde un comercio puede llegar a sus clientes, pero sí que se tiene que concienciar el consumo equilibrado, realizando compras online cuando se disponga de poco tiempo o haya alguna emergencia; y seguir comprando de forma habitual dedicando el tiempo y la tranquilidad de la compra presencial.
Es posible incluso en esta situación, ayudarse del smartphone para encontrar el equilibrio del que hablamos. Con la aplicación de Ovio se pueden encontrar diferentes tiendas en el barrio al alcance de la mano y entablar conversaciones con ellas para preguntar por cualquier producto antes de acercarse de forma presencial.
Así, utilizarás la app para descubrir nuevas tiendas sin perder todo el conjunto de experiencias en tienda física que no puedes experimentar en una compra online.
Como Ovio hay otras aplicaciones e iniciativas más para conseguir equilibrar el consumo digital y presencial si uno no quiere perder las viejas costumbres, ¡anímate y apoyate en ellas!
