En la era digital en la que nos encontramos hoy en día, no podemos concebir una realidad sin redes sociales a nuestro alrededor, ya sea de forma directa o indirecta, todo el mundo experimenta la consecuencia del uso masivo de las mismas.
Conoces a alguien y te da sus redes sociales, vas a una tienda y te piden que les sigas en sus perfiles sociales, ves un video que te han pasado proveniente de estas plataformas, así en un sin fin de ejemplos cotidianos en los que es inevitable toparse con ellas.
Está claro que han venido para quedarse y a revolucionar la forma en la que nos relacionamos con otras personas, pero también con comercios u otras tiendas, ya sea para mantenerte al día de sus novedades, para saber si algún día se modifica su horario habitual, o simplemente porque el contenido que genera es atractivo y te sirve para inspirarte.
Hablemos de Influencers y su impacto
Pero vamos un paso más allá, y es que para un comercio, las redes sociales son una herramienta muy potente para darse a conocer y llegar a más público, incluso aunque el comercio no tenga sus propias redes sociales, pero puede aparecer en alguna recomendación.
Ante esto, sabemos que no es lo mismo promocionarse a sí mismos mediante estas plataformas, que venga otra persona totalmente ajena al comercio y recomiende un producto o la tienda en sí. A esta persona la llamamos “influencer”: una persona que tiene la capacidad de influir en las decisiones, opiniones o comportamientos de un grupo de personas, generalmente a través de plataformas de redes sociales como Instagram, FaceBook, YouTube, TikTok, Twitter, o blogs, dando recomendaciones y opiniones sobre un producto o una marca, y su propia experiencia.
Muchas marcas y comercios se han beneficiado de forma un tanto peligrosa gracias a los influencers, puesto que muchas veces, aunque no siempre, el o la influencer que habla sobre un producto, lo hace a cambio de una compensación económica, sin siquiera probar de verdad ese producto o utilizarlo en su día a día.
Al influenciar directamente sobre la audiencia habitual del influencer con estas recomendaciones, aprovechando la conexión y la confianza que tiene con sus seguidores, llega a plantearse la duda si realmente lo que dice es verdad, o simplemente está realizando una promoción encubierta.
Llega la otra cara de la moneda: el Desinfluencer
Ante esta gran problemática, lo que genera en los seguidores es un consumo desmedido, influenciado por algo que la mayoría de las veces no es real, y es un gran peligro.
Pero no os preocupéis porque aquí es donde llegan los llamados “desinfluencers”, que se trata de una tendencia emergente o movimiento, que desaconseja o critica productos, servicios, o incluso ciertas tendencias populares, compartiendo opiniones honestas sobre productos que consideran sobrevalorados, innecesarios o que no cumplen con las expectativas generadas.
Este movimiento puede verse como una respuesta a la saturación del marketing en las redes sociales y al creciente escepticismo de los consumidores hacia la autenticidad de las recomendaciones de los influencers.
El enfoque que plantea no solo se centra en advertir a los consumidores sobre posibles decepciones, sino que también promueve un consumo más consciente y sostenible, invitando a las personas a cuestionar la necesidad de adquirir ciertos productos impulsados por las tendencias o la presión social.
¿Cómo identificamos ambos perfiles?
Seguro que te estarás preguntando cómo podemos identificar estos dos perfiles para evitar caer en el consumo desmedido y mal influenciado. Lo cierto es que no podemos asegurarnos al 100% que una recomendación de un producto o tienda, no lleve detrás una motivación económica o colaborativa, pero sí que podemos identificar algunas cosas evidentes.
Perfil de Influencer:
- Propósito: Su objetivo es persuadir a su audiencia a seguir ciertas recomendaciones, comprar productos o adoptar un estilo de vida similar al suyo sin enseñar la parte realista.
- Contenido: Suele ser positivo y no dice las partes negativas de lo que promueven.
- Tono: El tono es generalmente optimista, positivo y motivador.
- Colaboraciones: Suelen colaborar con diferentes marcas para patrocinios, y su contenido puede incluir anuncios pagados, promociones de productos y sorteos.
Perfil de Desinfluencer:
- Propósito: Busca influir para que su audiencia no siga ciertas tendencias, compre ciertos productos o adopte ciertos comportamientos. Su objetivo es más crítico y puede enfocarse en evitar que la gente gaste dinero en productos que considera innecesarios, sobrevalorados o perjudiciales.
- Contenido: Se centra en desmentir, criticar o advertir sobre productos, servicios o comportamientos que no cumplen con las expectativas o que consideran poco útiles. Pueden hacer reseñas negativas, desenmascarar mitos, y cuestionar la autenticidad de ciertos productos o marcas.
- Tono: El tono puede ser más crítico, sarcástico o irónico. Muchas veces, los desinfluencers buscan ofrecer una perspectiva contraria a la que se presenta en las campañas de marketing tradicionales o por los influencers.
- Motivación: Están motivados por un deseo de autenticidad, transparencia o por la defensa del consumo responsable, a diferencia de la promoción constante de productos.
Recuerda que ambos pueden tener un impacto significativo en las decisiones de compra de su audiencia, pero lo hacen desde diferentes enfoques, intenciones y contenidos. Es nuestro deber “coger con pinzas” la información que nos transmite y valorarla adecuadamente.
