En los últimos años el consumo de productos ecológicos ha tenido un gran aumento en muchos países, no solo de Europa, sino también de otros continentes. Esto se debe a una mayor conciencia ambiental, sumado al apoyo gubernamental y otras regulaciones que han favorecido a que estos productos puedan llegar más fácilmente a supermercados y tiendas especializadas.
Para entenderlo mejor, os dejamos el mapa del consumo ecológico en todo el mundo realizado por Ecovalia en 2024:
Sorprendentemente, Europa no es la que lidera el ranking, sin embargo hay que recordar que este es el consumo, es decir, que haya más consumo no significa que sea el que más producción ecológica tiene. Veamos la diferencia ahora con el mapa de producción ecológica en todo el mundo:
Esta discrepancia entre consumo y producción ecológica en diferentes países se debe a varios factores. Un país puede tener un gran consumo de productos ecológicos porque tiene una mayor conciencia y demanda por parte de los consumidores, impulsada por políticas y campañas de sensibilización. Pero este mismo país puede tener una menor producción ecológica si no tiene las condiciones agronómicas adecuadas, una infraestructura insuficiente, o tiene una falta de apoyo gubernamental hacia los agricultores ecológicos.
Por otro lado, un país con mucha producción pero bajo consumo puede estar orientado a la exportación debido a la falta de demanda interna o menor poder adquisitivo de sus consumidores.
¿Cuál es la situación en España?
Según el estudio de Ecovalia (Asociación profesional española de la producción ecológica), en 2023, España alcanzó los 3.000 millones de euros, posicionándose entre los diez países con mayor cuota de mercado BIO. Además, el gasto per cápita en productos ecológicos continúa en aumento, con Cataluña y Andalucía liderando el consumo nacional.
A nivel de producción, la superficie dedicada a cultivos ecológicos en España sigue expandiéndose, alcanzando cifras récord. Los frutos secos y la ganadería ecológica son sectores prominentes, con un notable incremento en la agroindustria ecológica, que ha crecido un 23% en los últimos cinco años.
Importancia para los consumidores y comercios
Para entender este crecimiento en los últimos años, hay que analizar también la importancia de los puntos que entran en juego: los consumidores, los comercios y la inversión en política y desarrollo para el mercado ecológico.
De cara a los consumidores, optar por productos ecológicos no solo favorece la salud personal, sino también la sostenibilidad del planeta. La producción ecológica garantiza alimentos sin pesticidas ni químicos, promoviendo una vida más saludable y consciente. Además, la biodiversidad se ve beneficiada, contribuyendo a la preservación del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático.
Por otro lado, los comercios que ofertan productos ecológicos, benefician al aumento de la demanda y fortalecen su compromiso con prácticas responsables y sostenibles. Esto no solo mejora su imagen y reputación, sino que también atrae a un público cada vez más preocupado por el origen y la calidad de los productos que consume. Esto permite a los comercios abrir nuevos mercados y oportunidades de negocio, impulsando así el crecimiento económico.
Pero todo esto no es posible sin las políticas públicas que apoyen y fomenten la producción ecológica, así como las ayudas para el desarrollo de infraestructuras adecuadas para la distribución y comercialización de estos productos.
También favorece mucho la importancia de la certificación ecológica, que asegura la trazabilidad y calidad de los productos, generando confianza en los consumidores. Una buena inversión por parte del estado es crucial para que el mercado ecológico se desarrolle adecuadamente.
Os dejamos el informe completo de Ecovalia sobre “Consumo y producción ecológica” de 2024 para poder descargarlo.